7.05.2013

LOS FANTASMAS DE LEONORA

Ya han pasado más de 7 años desde que Leonora sufrió esos cambios drásticos por culpa de un maleficio, está ahí sentada mirando a través de la ventana preguntándose ¿Cómo es que jamás salió de aquella fría y lúgubre casa?, recuerda que desde niña tuvo siempre educación en casa, recuerda todas esas lecciones de historia que a ella le fascinaban; también regresan a su mente todas esas historias de princesas y brujas, llenas de magia y de belleza sutil y sublime, recuerda que siempre deseó escapar a un mundo en el que existieran eso seres mágicos.
Tras analizar su vida de una manera más profunda se dio cuenta de que jamás había tenido contacto con ninguna otra persona, jamás había tenido un amigo, la única persona con la había hablado era su padre, nunca antes había sentido la brisa del viento sobre rostro y temía a la luz del sol pues jamás se habían abierto las cortinas de su casa, era como si toda su vida hubiese pasado en una enorme cripta; ¿Cómo iba a salir de su casa?, ¿Cómo conocería a los aldeanos de aquel lugar, ella estaba sola, sin embargo desde que cumplió 18 había tenido pesadillas recurrentes, había visto rostros en su mente que nunca en su vida había visto, ¿Cómo era posible que estas personas estuvieran paseando por su mente?, creía que se estaba volviendo loca, su mente le estaba haciendo una mala jugada y ella no sabía cómo manejar este tipo de situación, era como si esas personas la estuvieran mirando de una forma acusadora.

Siempre tuvo sus preguntas respecto a todo eso que pasaba en su cabeza, incluso lo comento con su padre, pero este decía que tal vez estaba cansada, era como si él le estuviera ocultando algo, estaba segura de que él sabía algo. Corrió a la habitación de su padre esperando encontrar respuestas, pero lo que encontró fue algo completamente impactante; en la habitación ya no se encontraba su padre, estaba la ropa con la que lo dejo después de haberle llorado por horas pero no había señales de él, parecía que el viento se lo había llevado, desconcertada siguió buscando respuestas en aquella habitación pero lo único que pudo encontrar fueron algunos libros llenos de polvo que estaban en otro idioma que jamás había visto, sabía leer y hablar varias lenguas antiguas pero ninguna se parecía a la que estaba en esos libros, parecía que eran de otro mundo y se preguntaba si acaso eso tenía que ver con que su padre siempre estuviera ocupado, ¿estaría buscando respuestas?, ¿estaría aprendiendo alguna disciplina nueva?, no estaba segura de nada pero no pensó ni por un instante que esos libros podían contener la respuesta a más de una de sus preguntas.

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Gritos de la sombras