4.28.2013

LA MUJER DE LAS SOMBRAS


En la aldea, la gente está llena de temor, nadie sabe de dónde viene ni a dónde va, el único indicio de que algo aterrador pasa por la pequeña ciudad es que todas las noches se puede ver a una mujer vagando por las calles, nadie sabe de quién se trata pero dicen que es la asesina de las sombras, muchos se han encontrado con su cruel mirada aun cuando esta parece no tener rostro, algunos han sobrevivido a su encuentro, pero otros no lo han logrado, lo último que ven es como la vida les es arrebatada por aquella misteriosa doncella de lúgubres intensiones.
Cada día al caer la noche, todos corren hacia sus casas esperando no ser sorprendidos por la mujer que parece provenir de las tinieblas del inframundo; sin embargo nadie está a salvo, los más vulnerables son el campanero de la iglesia, el hombre que cuida el panteón y los indigentes que duermen en la calle, pero eso no exenta a las familias que duermen en sus casas, pues ella viaja entre las sombras, atravesando muros, puertas y ventanas, no importa lo mucho que las personas se resguarden todos están expuestos, los nobles y plebeyos, caballeros y doncellas, incluso los niños están expuestos a tal catástrofe.
Muchos dicen que esta mujer es la muerte en persona, pero otros dicen que es obra de aquel hombre que vive en la colina más alta de aquella aldea, creen que aquel hombre es el responsable, los rumores dicen que él ha pactado con el diablo y que se alimenta de sangre de los inocentes para poder vivir, otros creen que aquella mujer es la princesa Rebeca sedienta de venganza por aquellos que le arrebataron el trono, ¿Cómo estar seguros de que sea ella si nadie sabe si en verdad está muerta o aún vive y espera el momento adecuado para volver?
Nadie está seguro de que o quien sea lo que asecha al pueblo por las noches, pero algo sí es seguro, es evidente que nadie está a salvo en aquella ciudad mientras aquella mujer siga rondando por las oscuras y desprotegidas calles.

4.21.2013

LEONORA Y SU SOLEDAD

En la soledad de la oscuridad ella está ahí junto al regazo de aquel hombre que agonizando está, él es quien la ha criado, le ha dado educación y amor; sí, él es su padre y lo ama tanto como se puede amar a un ser querido. Sabe que ahora está completamente sola y que no hay nada que ella pueda hacer para devolverle la vida; frágil y temerosa esta la bella doncella que jamás abandono esa vieja casa en la que creció, asustada de todo lo que hay en el exterior, asustada de las personas y de la vida misma, llorando está viendo como la vida se le escapa de las manos, esperando a que su padre de su último aliento.
Ahí está esa delicada flor que se marchita poco a poco, entre maleza y espinas esta como aquella serpiente de piel reseca que busca la forma de renovar su piel y su vida entera, esta bella y sutil mujer, no sabe que será de su vida tras esta desdicha…
Sola se encuentra, esperando algún día tener el valor de abrir esas puertas y salir de aquel tenebroso, lúgubre y triste lugar.
Sola, ahí entre la pálida luz que se filtra por las cortinas llenas de polvo durante todos estos años, ahí recibiendo los primeros rayos del sol, preguntándose ¿Quién pudiera ser el responsable de la muerte de aquel hombre?, ¿Quién podría cometer tal atrocidad?, ahora la había dejado sola y sin noción de cómo era el mundo haya afuera.
Sola está, escuchando el sombrío sonido del viento, ahí con su vida escapando en su respirar, con su rostro empañado por las lágrimas que ha derramado. En la lúgubre y aterradora inmensidad de aquella habitación llena de recuerdos abrumadores, sus temores parecen cobrar vida, la persiguen por casa rincón de aquella enorme casa.
Ahí, junto al regazo de su padre esta ella, viendo como segundo a segundo este hombre deja ir su vida por cada instante de agonía, ahí en suelo donde parece haber sucedido dicho homicidio, él ha cerrado sus ojos para encontrarse con el infierno, su cruel destino.

4.13.2013

CONJURO A LA LUNA


Ya lejos del reino, el hombre se preguntaba cómo hacer para que su esposa volviera a la vida, saco uno de los libros de hechizos que había adquirido tras haber sellado el pacto con el hijo del fuego eterno, buscaba y rebuscaba algún conjuro que pudiera servir, pero no logro encontrar ninguno; así que decidió hacer el ritual con el que se convoca al señor de los infiernos y cuando este apareció le pidió que le regresara a su esposa, más este se negó a hacerlo pues él ya le había entregado su alma a cambio de salvarla una vez meses atrás, ahora no podía ayudarlo puesto que este campesino hechicero ya no tenía con que pagarle.
El hombre que aterrado estaba porque sabía que aun fuera del reino su hija seguía en peligro busco nuevamente en su libro de hechizos alguno que pudiera ayudar o por lo menos evitar que su hija fuera a morir en el siguiente par de años, tras largos momentos de búsqueda por fin encontró uno que tal vez le podría ayudar, y recitando unas extrañas palabras conjuro a la misma luna, él le pidió que protegiera a su hija, que le diera salud, belleza y juventud, que la dejase vivir el tiempo suficiente para no quedarse solo.
La luna que vio su desesperación acepto diciendo: “tú, insignificante mortal que has despertado mi eterno sueño me pides que haga un acto de osadía, más tu tristeza me conmueve y estoy dispuesta a ayudaros así pues tu hija tendrá una buena vida, gozara de gracia y belleza, pero a cambio quiero la cara oscura de su alma; hablo de su sombra, al cumplir la mayoría de edad ella tendrá que vivir con un oscuro secreto, durante el día tendrá la fortuna de ser quien es, pero al caer la noche justo cuando se sumerja en su arsenal de sueños su sombra tomara el control de su cuerpo dejándola inconsciente y haciendo de su cuerpo y vida lo que esta desee pues es la única forma de que yo tenga la dicha de conocer el mundo que os rodea…” a pesar de que dicha condición pareciera inofensiva, la luna había ocultado el verdadero secreto del conjuro, esta consistía en que las noches cuando la luna toma ese color rojizo y que parece ruborizada la sombra estaría sedienta de vida eterna y saldría a tomarla de cualquier cuerpo asesinando a todo aquel que se le pusiera enfrente, tomando la parte oscura del alma de cada persona que se aloja en sus sombras.
Sin mucho que el hombre pudiera hacer o decir no le quedó más remedio que aceptar el cruel destino de su hija.
Pasaron los años y justo cuando Leonora cumplió la mayoría de edad, todas las noches su sombra manejaba su cuerpo como a esta le placía, hasta que su padre descubrió el verdadero secreto del maleficio, sin embargo él se mantuvo ileso de la maldición hasta el día que intento detenerla y esta lo asesinó…
Sin poderle confesar a su hija lo que pasaba con su cuerpo y su alma estaba ahí en el suelo esperando dar su último aliento, mientras la sombra de su hija absorbía lo poco que quedaba de su energía.
La terrible vida de Leonora había comenzado hacía varios años sin saber que sería el comienzo de un destino sin fin…

4.05.2013

ESCAPANDO DE UNA SUERTE ATROZ

La penumbra invadía la noche, a su alrededor todo parecía estar entre tinieblas; ellos buscaban escapar de aquella persecución de la que parecía no haber escapatoria alguna, llevaban a su pequeña hija en brazos, esperaban no ser descubiertos por los soldados del conde Darío quien había traicionado al rey y que mando matar a todas la niñas menores de dos años que hubiese en el reino; puesto que la reina había escapado con su hija que era la única heredera al trono y, aunque esta desdichada familia estaba conformada por humildes campesinos, sabían que su hija podría ser confundida con la princesa Rebeca.
Ellos corrían sin parar, esperando no ser atrapados y sometidos, su hija Leonora no podía morir en aquella catástrofe, habían planeado toda una vida con ella y no estaban dispuestos a perderla, llegaron a los límites del pueblo, cansados y sin poder respirar, pero sabían que aún no estaban a salvo; de pronto un grupo de soldados apareció de tras de ellos persiguiendo a la pobre e indefensa familia, corrían como animales en peligro durante los periodos de caza, victimas del miedo y de la soledad, desesperada la mujer que tanto había luchado por mantener a su hija con vida, la separo de sus brazos y la entrego a su marido, pidiéndole que la cuidase y la protegiese. Él trato de detenerla, no estaba dispuesto a perder a ninguna de sus amadas joyas, ellas eran la luz de sus días y el consuelo de sus noches llenas de amargura; sin embargo ella estaba dispuesta a hacer lo que fuese necesario para salvar a sus seres queridos y sin más se entregó a la cruel desdicha que acompañaba a aquellos hombres.
Él sabía que él hubiera podido salvar a ambas, pero no soportaba la idea de que una vez que las hubiese salvado, su esposa escapara con su hija en brazos, su oscuro secreto no podía ser revelado, meses atrás había vendido su alma a los infiernos para poder salvar la vida de ambas, cuando ella peligraba en los momentos que daba a luz y era escoger entre su hija y su esposa, así que decidió tomar el asunto en sus manos y dejarlo a merced del mismo demonio, pero ahora; la mujer a la que había amado con tanta entrega y pasión estaba muerta, había sacrificado su vida por la de ellos, él que culpable se sentía no estaba seguro de como contarle esto a su hija cuando esta preguntase por su madre; pero, tenía que seguir adelante por el bien de su hija o de nada habría servido que su esposa se sacrificase por ellos.