Sin poder dormir Casandra salió aquella noche
a pasear por las calles, armada con todas las armas posibles, por si tenía que
enfrentar a la bestia. Caminaba en medio de las oscuridad pensando en cómo
podrían vencer a esa mujer, pero a medida que pasaban los minutos, se convencía
a si misma de que no encontraría la respuesta, miro al cielo y vio una hermosa
luna llena de pálido color carmesí y por un momento creyó que la luna le daría
la respuesta.
A lo lejos vio que un hombre corría a toda
prisa, ella corrió detrás de él para saber lo que pasaba y justo cuando creyó
que lo alcanzaría vio que la mujer de las sombras lo perseguía, aquel hombre tropezó
y cayó al suelo, en eso la mujer que parecía no poseer un cuerpo lo alcanzo.
Casandra pudo ver como aquella mujer tocaba lentamente a la sombra de aquel
hombre y como este se llenaba de pánico, se llenaba de angustia. Decidida a
actuar utilizo una especie de sustancia que estaba hecha a base de luz
ultravioleta llamada “luxum”, al
estrellarse aquel pequeño frasco contra el suelo y cerca de la sombra, ésta se apartó
inmediatamente abrumada por la potente luz que produjo aquella extraña
sustancia; eso le dio tiempo al hombre para que escapara.
La sombra se olvidó por completo de la víctima
a la que perseguía y concentro su atención y su ira en aquella mortal que se atrevió
a interrumpir sus intenciones obscuras. Casandra un tanto aterrada, sabía que
tenía un arma en contra de aquella mujer,
creía que si utilizaba todo su “luxum” podría
vencerla, pero también sabía que si eso no la mataba, estaría completamente
expuesta, sin embargo; de algo estaba segura, la luz incandescente es algo a lo
que esa mujer no podía acercarse, sabía que el fuego no la asustaba, pero sabía
que la luz del sol sí. Y aunque tenía bastante “luxum” sabía que no podía agotarla en ese momento.
La mujer de las sombras caminaba en dirección
a ella y a medida que avanzaba, Casandra se sentía cada vez más desprotegida,
sin embargo no dudo en utilizar otra pequeña porción de su magnífica poción, la
lanzo en dirección a la mujer de la obscuridad y esta estallo justo cuando atravesaba
su cuerpo de tinieblas, Casandra escucho un grito de terror que parecía venir
de las entrañas de la sombra, eso la dejo helada... era como si la sombra
estuviese absorbiendo a alguien más y aunque
la sombra se reconstruyo rápidamente, los gritos no cesaban. Aquellos
gritos eran tan aterradores, tan estrepitosamente agudos que muchas de las
ventanas de las casas se rompieron, eran gritos de terror, como si alguien
estuviera en grave peligro; y a medida que los gritos eran más continuos, la
gente despertaba y se asomaba para saber lo que pasaba.
Nadie podía creerlo, la mujer de las
tinieblas parecía estar agonizando, gritaba con ira y al mismo tiempo con
horror; y nadie podía creer que esta caza-fantasmas pudiera retener a la sombra,
sus tres compañeros llegaron preguntándose como lo había logrado, todos los
aldeanos se sentían de la misma manera, ¿acaso era posible que al fin todo
volvería a estar en paz con la llegada de estos cuatro cazadores de fantasmas?
La sombra salió huyendo, pero nadie advirtió
que el color de la luna era tan rojo como la sangre y con ello la ira de aquel
espíritu había aumentado, y aun cuando se sentía adolorida, en su escape mato a
toda forma de vida (sin querer) que se encontró a su paso, plantas, animales y
un par de personas.